Admite Pablo Meneu que cuando les dijo a sus padres que quería dedicarse al mundo del circo, casi les da un patatús. "Luego, cuando vieron que no era el circo casposo, sino algo más cercano a lo del Circo del Sol, se calmaron. La gente que hemos estado fuera somos conscientes que aún nos queda un largo camino por recorrer". Un trayecto que Pablo y el resto de miembros del colectivo CREAT (Roseta Plasencia, Melina Melamina, César García, Juan Catalán, Eleonoroa Gronchi y Pablo Aguilar) se han propuesto acortar poniendo en marcha en València ciudad un espacio dedicado a la formación y creacion en artes circenses. Un proyecto que es como un espectacular salto mortal sin red que han recepcionado de pie con una campaña de micromecenazgo. Texto: Oriol Rodríguez

¿Cómo nace el proyecto?

Yo soy de Valencia, pero estuve muchos años en Inglaterra estudiando circo. Mi pareja Eleonora, aunque en Italia, lo mismo. Y lo mismo para el resto de miembros del colectivo que nos hemos unido para sacar adelante este proyecto.

Pero en Valencia ya existe un espacio dedicado al circo.

Exacto, una asociación en la que empezamos todos nosotros hace 15 o 20 años. Es una entidad que tiene un enfoque más de centro social, un club de amigos. La diferencia es que nosotros queríamos crear una propuesta más enfocada hacia el circo profesional. Un espacio que dispusiera de todo lo necesario para la práctica del circo y que a la vez ofreciera unos estudios que nosotros llamamos de orientación profesional. Un paso previo a las escuelas superiores de circo que existen en el extrajero.

El circo seguramente sea el arte escénica menos cuidada en nuestro país.

Es algo que poco a poco está cambiando. A los que estamos dentro de este mundo, el Circo del Sol no nos gusta porque lo vemos un poco Disney, pero le agradecemos la limpieza de imagen que le ha dado al circo.

Tenemos que cambiar la percepción que el circo es un arte menor que se hace en la calle

Hasta llegar a...

Portugal, aunque ahora tiene una escuela muy potente, Italia, España... tenemos que cambiar la percepción que el circo es un arte menor que se hace en la calle. En Francia, Bélgica, Inglaterra, los países escandinavos... al circo se le respeta como cualquier otro arte.

¿Hay algún otro centro en España que os haya servido de referencia?

En España hay escuelas potentes de circo en Madrid y Barcelona. Pero siguen siendo escuelas preparatorias y no superiores.

¿Cuál es la diferencia?

Yo estudié en una escuela superior en Inglaterra y tengo un título universitario en circo. Nuestro objetivo es llegar a ser una escuela superior. Ya estamos hablando con el gobierno valenciano, pero es complejo. Es un objetivo a largo a plazo aunque de ningún modo renunciamos a ello.

Alguien que se plantee estudiar en vuestro centro, ¿qué aprendería?

Ofrecemos dos niveles de formación. La idea es que con el tiempo la gente entre en el nivel uno para pasar luego, lógicamente, al nivel dos. Por ahora, han llegado estudiantes de diferentes niveles. Al primero lo llamamos "Año técnico". Es el año en el que trabajas todas las disciplinas básicas para la práctica del circo. Es un año en el que hay mucha preparación física, mucha flexibilidad... El segundo es el "Año de la especialización", un curso para gente que ya lleva cierto recorrido en el circo y se centran en una disciplina. Un nivel para gente con cierta experiencia o que se quieren especializar en una área en concreto.

Al primer nivel puede entrar cualquier o realizáis pruebas de acceso.

Realizamos audiciones para ambos niveles. No todo el mundo puede entrar, menos con la buena demanda que hemos tenido. De cara al año que viene estamos pensando añadir un nivel 0, un curso preparatorio para la gente que quiera entrar en la escuela.

Nuestro objetivo es llegar a ser una escuela superior

Y las especializaciones, ¿cuáles serían?

No solo hay muchas, sino que siempre hay gente creando elementos nuevos que se acaban convirtiendo en especialización. Nosotros en el año técnico, los alumnos hacen teatro, danza, acrobacia, verticales, flexibilidad, educación física.... A partir de ahí, hay las especializaciones, con disciplinas como los aéreos con los trapecios, cuerda, telas, straps; y luego también están especialidades como verticales, trampolín, acrobacias, malabares...

Poner en marcha un proyecto así en un país como el nuestro, ponerlo en marcha en un año como este...

Nos hemos lanzado un poco a la aventura. Yo era de los que pensaba que la pandemia no iba a durar tanto. Pero en general la respuesta ha sido buena. Ya tenemos no solo estudiantes de aquí sino de Inglaterra, Israel, Francia, Italia... No nos esperábamos toda esta respuesta.

Y cómo os animasteis a hacer un Verkami. Tendemos a asociar el micromecenazgo con publicar un disco, un libro, un cómic, una película, un juego... pero... ¡Una escuela de circo!

Sí que hay algunos espacios que se han rehabilitado impulsados a través de Verkami. La escuela la hemos montado en una vieja nave industrial que cuando la cogimos estaba destrozada. La hemos tenido que remodelar completamente. Como suele pasar, hicimos un primer presupuesto que no debía superar una cifra determinada y...

La supero.

La supero de mucho. Todas tuvimos que poner más dinero de nuestro bolsillo, pero llegamos a un punto en el que para que el proyecto fuera viable necesitábamos una aportación extra. Fue entonces cuando apelamos a la solidaridad de la comunidad circense. De ahí salió la idea del Verkami.

Y esta ha respondido.

Sí, ha respondido, pero han respondido más los amigos y los familiares. El día a día de la campaña, además, fue un poco complejo. Y no por culpa de Verkami, sino por culpa nuestra. La campaña se inició cuando nosotros aún estábamos trabajando en la remodelación de la nave: pintando, tirando a bajo paredes, destruyendo muros, alicatando... Tecleábamos la respuesta a los mecenas con cemento en las manos. Fue un poco difícil de gestionar. La primera semana fue la más emocionante.

Este sería nuestro consejo: hay que elegir muy bien cuándo pones en marcha una campaña de micromecenazgo

¿Y luego?

La segunda y la tercera fueron más difíciles anímicamente porque no hubo tanta respuesta. Nos tuvimos que poner las pilas en las redes sociales para acabar de darle un empujón a la campaña y a apelar a la comunidad. La última semana volvió a ser un subidón.

¿En qué fase está el proyecto?

En la fase 1, que es completamente funcional. Ese era nuestro objetivo para este primer año. El espacio de prácticas de circo, está funcionando al 100%. Hay oficinas y otras salas polivalentes que aún estamos acabando.

¿Volveréis a recurrir a Verkami si se tienen que hacer ampliaciones o queréis impulsar otros proyectos vinculados al mundo del circo?

La verdad es que no lo hemos pensado. Hacer una campaña de micromecenazgo, tiene cierto desgaste emocional, más cuando has tenido un apoyo muy grande por parte de tu entorno. Este sería nuestro consejo: hay que elegir muy bien cuándo pones en marcha una campaña de micromecenazgo.

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Campaña en Verkami CREAT

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