Error Design, 20 años de diseño en la música
Explica Xavi Forné, creador que se esconde tras el epígrafe de Error! Design que, como casi todos los adolescentes, él también ha pasado por mil etapas, y con ellas una manera de vestir y pensar que iba intrínsecamente ligada a la música que escuchaba. Héroes sónicos que, a través de pósters, habitaban las paredes de su habitación. "Estuve unos años con pósters de Aerosmith. Después lo tuve todo de Iron Maiden: mi abuela se asustaba cuando entraba y veía al Eddie (la mascota de los Maiden) por todo el mundo en posiciones poco agradables. Al cabo de un tiempo pasó por la etapa skate punk y las paredes cantaban canciones de Nofx, Rancid, Pennywise y mil portadas de discos que había impreso en tamaño grande en alguna copistería del barrio". 20 años después es él quien ilustra las portadas y carteles de conciertos de artistas y bandas tan relevantes como Metallica, Wilco, The Black Keys, Love of Lesbian, Guns 'n Roses, Berri Txarrak, Van Morrison, Soundgarden, Mastodon, Red Fang, Russian Circles, Mono... Trabajo que ahora ha quedado recogido en Error! Design. 20 years of music artwork, libro antológico materializado en papel gracias a una campaña de micromecenazgo en Verkami. Texto: Oriol Rodríguez
¿Cómo descubriste el mundo del diseño?
El diseño no me atrajo hasta que tuve el primer disco de música en las manos. Seguramente alguno de los Beatles de la colección de mis padres. Siempre me gustaba pasar horas dibujando y haciendo "garabatos". Con los años cuando empecé a tocar en grupos y organizar conciertos y aprovechaba para hacer el cartel.
¿Y ese vínculo irrenunciable con la música cómo surge?
Desde muy pequeño la música me ha creado curiosidad. Tenía unos 15 años cuando tuve la primera guitarra. Desde entonces no he dejado de tocar y hacer mil proyectos musicales, sin tener ningún tipo de nociones de conservatorio. De grabarme en casa con la "grabadora de sonidos" del Windows 3.11, a tocar en directo en lugares donde no me lo habría imaginado nunca. En todo este tiempo te das cuenta de que una canción o un disco necesita una imagen. No siempre es acertada, pero sí importante. En una charla de Javier Jaén, nos hizo cerrar los ojos y sonó Wish you were here de Pink Floyd. Nos preguntó qué imagen nos había venido a la cabeza y todos coincidimos con la mítica portada. Para mí la música y el diseño van cogidos de la mano. Lo más normal es escuchar la música del artista con el que estás trabajando, es importante para entrar en su imaginario. Pero eso suele ser al principio y una vez ya estoy dentro, me puedo permitir cambiar la música por lo que me venga de gusto en ese momento. No te sabría decir un tipo de música que suena siempre, pero lo que te puedo decir es que si no hay música, no trabajo.
En cuanto al diseño, ¿eres autodidacto o realizastes estudios?
Cursé un grado superior de gráfica publicitaria que nunca terminé. Aprendía mucho en casa por mi cuenta y tenía muy claro que quería salir de los estándares establecidos.
¿Por qué, cuando empezabas, cuáles eran tus principales referentes e influencias en el mundo del diseño?
Me fijaba principalmente en las discográficas que seguía en ese momento. Por ejemplo Three One G y las portadas y carteles de sus bandas como The Locust, Swing Kids, The Crimson Curse... O Ebullition Records con Orchid, Reversal of Man,... Una época muy "screamo" y punk. Me fijaba también en lo que hacían en casa, como por ejemplo Bcore Disc. Se preocupaban mucho por la parte visual: Corn Flakes, 24 Ideas, Aina... Un gran recuerdo en mi trayectoria como diseñador es haber podido trabajar en BCore durante algunos años y aprender muchas cosas.
Si no hay música, no trabajo
¿Recuerdas el primer trabajo que hiciste profesionalmente?
No recuerdo cuál fue, pero los que marcaron un punto y aparte y me abrieron las puertas al mundo laboral sin quererlo, fueron todos los carteles que les hacía a To Be Confirmed Produccions (antes llamados Atzavara Concerts). Hicieron posible el primer acercamiento a bandas que ahora son clientes usuales y amigos: Russian Circles, Mono, Sunn O)))... En aquella época cambiaba el trabajo por entradas, para mí era un hobby y un enorme placer!
¿Cómo ha evolucionado tu obra en estos 20 años de trayectoria?
En realidad han pasado 22 años, pero teniendo en cuenta que en 2020 y 2021 han sido unos años extraños en el mundo de la industria musical y que como título para un libro no lucía tan bien, así que pensé que 20 sería más redondo. Ha evolucionado de manera impensable para mí, no me podía imaginar que mi pasatiempo se transformaría en lo que desde 2012 es mi trabajo a tiempo completo. En estos 22 años he tenido muchos cambios y a día de hoy sigo buscándome, para no estancarme en un solo lugar y encontrar nuevas motivaciones que me hicieran disfrutar de mi tiempo trabajando. Es muy fácil ver una evolución cuando tienes todas las obras delante. Desde técnica a color. Imagino que se nota mi estado anímico de cada época cuando los colores son más vivos o más fríos, más luminosos o más oscuros. También con el mensaje, más alegre o más oscuro. Intento que mi estado personal afecte directamente a la obra (cuando tengo libertad absoluta para hacerlo). Es como la música, cuando más refleje tu estado de ánimo, más sincera será.
¿Cómo llega un illustrador de Barcelona a trabajar para bandas como Metallica, Wilco, The Black Keys, Love Guns 'n RosesVan Morrison, Soundgarden, Mastodon...?
Tiempo y constancia es lo más importante para llegar a convertir un pasatiempo en un trabajo profesional. Llevo muchos años haciendo esto por amor al arte. Me encantaba pasarme horas delante del ordenador y sobre todo no buscaba ninguna remuneración para hacerlo. Conociendo promotoras de aquí y ofreciéndome para hacer la imagen de su concierto. Supongo que haces un portfolio importante y un nombre. El resto ha ido viniendo solo, y a día de hoy no me lo acabo de creer del todo. Pero te aseguro que han sido 22 años de mucho esfuerzo, dormir poco y trabajar 24h 7 días a la semana. Me declaro diseñador, ya que utilizo técnicas de collage de ilustraciones antiguas.
Y aunque has hecho centenares de ellos, ¿cuál es la ilustración de la que te sientes más orgulloso?
El diseño que recuerdo con más cariño, son los carteles que me encargaron The Black Keys para sus conciertos de Madrid y Lisboa respectivamente. Me hicieron subir un escalón más y ver y pensar las cosas de otra manera. El cartel de Red Fang (calavera con barba roja) también es uno de los diseños que más aprecio. Se convirtió en todo un icono de la banda.
¿Cómo surgió la idea de resumir estas dos décadas de trabajo en el libro 20 years of music artwork?
Tengo un montón de libros de otros diseñadores e ilustradores de carteles de conciertos, y uno de mis objetivos era hacer uno. Lo empecé en el 2016, pero no fue hasta 2020 que me envalentoné.
¿Cómo has elegido las ilustraciones que forman parte del libro?
Tengo un Excel en el que aparecen más de 500 carteles, no ha sido nada fácil. Supongo que en este primer libro he querido seleccionar los carteles que han sido más clave, importantes, de mi trayectoria. He rescatado alguno antiguo, de principios de siglo, pero la mayoría del material del principio ya no lo tengo, o tiene una resolución demasiado pequeña como para utilizarlos. Habrá un segundo volumen con los carteles que se quedaron fuera, seguro.
Tiempo y constancia es lo más importante para llegar a convertir un pasatiempo en un trabajo profesional
¿Por qué decidiste impulsar el proyecto a través del micromecenazgo?
En primer lugar y más importante: el elevado coste que tiene imprimir un libro de arte. La idea inicial no era esa, pero era imposible ahorrar esa cantidad teniendo en cuenta que soy autónomo en un país donde Hacienda no ayuda nada al pequeño empresario. De rebote, al hacer un crowdfunding me imponía una fecha de entrega y por tanto, una presión enorme para dedicarle horas diarias al proyecto. Era la única manera de sacar tiempo y maquetar un libro.
¿Y por què con Verkami?
Supe de Verkami cuando trabajaba en BCore. Habíamos hecho algún proyecto en su plataforma en sus inicios, ahora hace 10 años. Además, me encargaron la imagen del primer aniversario y recientemente, la del 10º. ¿Era una señal divina?
¿Qué aporta el crowdfunding a creadores com tú?
La posibilidad de hacer realidad un proyecto ambicioso y no tener que invertir un dinero directamente de tu bolsillo.
¿Cómo diseñaste la campaña?
El Equipo de Verkami me ayudaron muchísimo, tanto al principio como durante la campaña. Había visto algunos proyectos y me daban ideas. Tenía claro que tenía que ser fácil y directo para todos, y no poner muchas opciones de recompensas. Aparte uno de los problemas que me planteaba era cómo orientarlo a diferentes países, ya que tengo seguidores en todo el mundo y eso provocaba crear más opciones de recompensas para tener en cuenta un coste de envío diferente.
¿Com viviste los 40 días?
La idea inicial era recaudar un importe de 9000€ para cubrir impresión de 300 libros sin ningún tipo de extra, los envíos y el merchandising de los packs. Era todo super justo, y tenía claro que no había ningún margen de beneficio. Lo que realmente me importaba era sacar el libro y ya está. En un día y medio recaudamos el 100% y no tenía nada más planeado... por lo tanto, me tocó pensar mucho en cómo seguir. Tenía que ampliar páginas y hacer más copias. En todo momento hice partícipes a todos los mecenas para que dieran su opinión. Eligieron tener el libro con cobertura dura, bilingüe, entre otras cosas. Fueron 40 días muy emocionantes, cada día había aportaciones y superábamos los objetivos rápidamente hasta el punto de ni yo saber cómo acabaría el libro. Hasta el final de la campaña no podía enviar el libro a imprenta porque no sabía las páginas ni el tamaño que acabaría teniendo (uno de los motivos del retraso de su salida).
Acabaste consiguiendo más del doble del objetivo inicial. ¿Cuál crees que ha sido el secreto de tu éxito?
No creo que haya una pauta o secreto que haya hecho que funcione de esta manera. Pondría la mano en el fuego y diría que todo esto ha sido culpa de los mecenas que han compartido y hablado del proyecto. A mis seguidores de hace tanto tiempo y sobre todo y no menos importantes, a los amigos que han querido tener 22 años de mi vida en un estante de casa.
Pondría la mano al fuego y diría que el éxito de la campaña ha sido culpa de los mecenas que han compartido y hablado del proyecto
¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de la experiencia?
Lo mejor ha sido sin duda el hecho de acercar un producto exquisito a un precio muy inferior. Hacer sentir a la gente partícipe del proyecto en todo momento, y ver a tantos y tantas colaborando en todo esto. Otra parte muy bonita ha sido la que ocupa el proceso de diseño del libro en sí y que fue el poder conseguir que muchos artistas/músicos quisieran participar en un apartado que está incluido en las primeras páginas. Lo peor de todo, para etiquetarlo de alguna manera, son los 600 envíos que he de hacer ahora cuando me llegue el libro. ¿Alguien me quiere ayudar?
¿Qué consejo darías a todos aquellos creadores que quieren impulsar sus proyectos a través del micromecenazgo?
Tener una idea clara del proyecto y no querer sacar provecho económico de las aportaciones. Ser transparente con los costes de producción y todo lo que conlleva en la campaña. Dejar claro que no te echarás un dinero extra de cada aportación. Exponer el proyecto en Verkami ya que se os darán las directrices más claras, y sobre todo que tengan paciencia!
Y para aquellos que quieren el libro pero han llegado tarde a la campaña, lo pueden conseguir por otras vías?
Se puede conseguir en mi tienda online: www.error-design.com/shop
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