Después de muchos años colaborando con proyectos amigos, tales como, l'Arròs Movie, Orxata Sound System, Falles Populars i Combatives o la Revista Bostezo, ha llegado el imponderable momento de hablar de mi libro:
pretendo publicar un poemario titulado "La Pasión del Hijo Apático", que recoge himnos, diatribas y canciones escritas en los últimos siete años a lo largo de muy diversos estados de ánimo y variopintas geografías: hospederías andalusíes, la costa Atlántica tripeira, castillos templarios de Malta, otras islas menores y mayores siempre mediterráneas, los laberintos suburbiales del Distrito Federal, la babilónica Barcelona o la huerta valenciana y sus marjales meridionales. Algunos de esos poemas ( "Nosotros Somos el Único Dios", "Oración al Dios de los Terroristas Suicidas", "¿Quién Nos Defenderá de los Insectos?" o el hit "Cocaína, Defiéndeme Tú") han sido recitados y/o ululados en la obra "Mi Reino No Es de Este Mundo" (véanse fotografías) que vengo conduciendo con gran éxito los últimos tres años a lo largo y ancho de la península.
Las aportaciones serán destinadas para la maquetación e impresión del libro, que contará con quince ilustraciones a todo color del artista portugués Ruca Bourbon (véase abajo).
Aparte de las dos fiestas de presentación que celebraré tanto en mi ciudad natal, Valencia, como en mi ciudad de acogida, Barcelona, una vez acabe todo el proceso y tenga preparado el libro en mayo, me propongo como fecha tope para los demás envíos el mes de junio. Más adelante también habrá presentaciones del libro tanto en Madrid, Sevilla, el País Vasco como en Oporto, mi hogar lusófono. En Valencia se podrá recoger el libro en la fenomenal librería-abrevadero Slaughterhouse, en el barrio de Russafa.
Mucho podría relatar sobre los atroces sucesos que me ha deparado el ejercicio de la poesía, desde la tímida escritura juvenil hasta el largo camino expurgatorio sobre los escenarios, con dosis de humor defensivo, de Dionisos acomplejado, de pelea callejera, de préstamos de medio gramos, de insultos al público, de lírica rimbombante y tremebunda y de himnos religiosos para aplacar la pereza del nihilismo y el sainete frívolo del relativismo moral. Sin embargo, oh sin embargo, lo que ha de quedar son tristes poemas, palabras, palabras y más palabras. ¡Y rótulos!
He aquí algunas que, como breve ejemplo, esperan ansiosas vuestras aportaciones para ver la tinta y la luz:
¿QUIÉN NOS DEFENDERÁ DE LOS INSECTOS?
escapan de los ojos de su madre
y aprenden a retorcer las palabras
contra los justos contra los miserables
escapan de los ojos de su madre
con serena sinceridad ensayada
escapan de los ojos de su madre
que los ven alejarse hacia la nada
o hacia el fin de la tarde
incendian dañan rasgan gritan ganan
su paz de pasiones confortables
de tal suerte vanidosa que hablan
de escapar de los ojos de su madre
pero un magma sexual de madres
los atrapa las caderas las edades
las verdades del poder
que les tienta o los atormenta
y sus madres les friegan
las bocas abiertas
con sus más lascivos canales
abandonarse a la más sucia
conciencia
o humillarse ante quien mejor sabe
que si escapan de los ojos
de su madre
¿quién les defenderá
de los insectos?
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