Repatriemos el cuerpo de Idrissa Diallo

En el año 2016 la familia de Idrissa Diallo transmitió al equipo de Metromuster que, ante la omisión de responsabilidad del Estado español en el caso de la muerte de Idrissa y la posterior falta de comunicación de los hechos a la familia en Guinea, querían que los restos de su hijo, de su hermano, de su sobrino, de su amigo, pudieran descansar en paz a Tindila, el pueblo que le vio nacer.

Repatriar el cuerpo de Idrissa Diallo hasta Guinea no tiene por objetivo que se sienta pena por las personas migrantes y refugiados muertos. Se trata de una llamada a la acción a través de la asunción de una responsabilidad colectiva que permita acabar con la barbarie, denunciar el control migratorio y el racismo institucional.

El caso de la muerte de Idrissa Diallo fue archivado por la justicia española. Otra vida de un negro que no importa a nadie. La historia de Idrissa nos ofrece una trágica oportunidad para entender el pasado colonial de Europa y el vigente racismo estructural. El ejercicio de reparación y memoria que impulsamos con el caso de Idrissa Diallo no tiene una voluntad particular: es un proceso de denuncia política, pública y de reparación de una muerte que supuso un antes y un después en la lucha contra el sistema de control migratorio en Barcelona.

El pasado 6 de enero se cumplieron seis años de la muerte de Idrissa Diallo en el CIE de Barcelona, ​​bajo custodia policial, en circunstancias que aún no se han aclarado. Seis años también de la creación del colectivo "Tanquem els CIE" contra la existencia de estos centros que vulneran los derechos individuales y colectivos de las personas migradas.

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En 2014 nos propusimos un doble objetivo: investigar el caso para aclarar quién era Idrissa y para conocer las causas de su muerte, pero sobre todo reflexionar sobre nosotros mismos, blancos europeos, y sobre nuestra responsabilidad en casos como el que nos ocupa así como analizar la existencia de los CIE y las políticas europeas en materia de inmigración.

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En mayo de 2016 viajamos por primera vez en Guinea para encontrar a la familia de Idrissa con unas pocas pistas poco concretas: el teléfono de un hermano que ya no funcionaba y el testimonio de uno de los compañeros de celda de Idrissa, que mencionaba una población cercana a la zona de donde creía que había partido el joven Guineano en su viaje hacia Europa en 2011.

Finalmente encontramos a su familia en Tindila, una pequeña población a 800 km de la capital Conakry y próxima a la frontera con Mali. Allí, con dolor y rabia, corroboramos nuestras sospechas: nadie había comunicado de forma oficial la muerte de Idrissa a su familia, cuatro años después. Nos pidieron una foto, alguna prenda de ropa o alguna pertenencia personal de Idrissa que no les pudimos llevar porque ni siquiera sabíamos entonces qué se había hecho de su cuerpo. De Tindila nos fuimos con el firme compromiso con la familia de saber qué había sido de Idrissa.

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Con la colaboración del colectivo Tanquem els CIE, del semanario La Directa y de Irídia, el Centro para la Defensa de los Derechos Humanos, descubrimos a finales de 2016 dónde estaba enterrado el cuerpo. Un pequeño nicho anónimo en el cementerio de Montjuïc con un número: 516. A partir de aquí iniciamos los trámites burocráticos para poder exhumar y poder repatriar su cuerpo, como es voluntad de su familia. Estas gestiones son responsabilidad del Estado español, pero como en tantos otros casos, la vida de un migrante muerto bajo custodia estatal no merece ningún esfuerzo.

En junio del 2017 Tanquem els CIE colocó una lápida en el nicho donde el joven guineano estaba inhumado desde 2012 y asumió los gastos de alquiler del nicho durante un año más. El objetivo era evitar que los restos de Idrissa acabaran en una fosa común, haciendo imposible su repatriación.

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Este marzo hemos viajado de nuevo a Guinea para cumplir con la voluntad de la familia y poder, finalmente, celebrar una ceremonia con los suyos. Así, los restos de Idrissa volverán a la tierra que lo vio nacer. Para hacerlo posible necesitamos de la movilización y colaboración colectiva para cubrir los gastos de repatriación de Idrissa en un viaje que también marcará el final del rodaje del documental "Idrissa, crónica de una muerte cualquiera".

Necesitamos cubrir los gastos de exhumación, transporte y logística para cumplir con la voluntad que nos transmitió la familia de Idrissa. Sabemos, y denunciamos, que esta tarea es responsabilidad del Estado español, que ha desatendido de forma grave y reiterada sus obligaciones. A continuación os mostramos una relación detallada de los costes de la repatriación del cuerpo y otros gastos relacionados con esta tarea que llevaremos a cabo durante los meses de marzo y abril.

100% DE LA FINANCIACIÓN DEDICADO A #RepratiemIdrissa

Queremos aclarar que esta campaña de captación de fondos no tiene que ver con la financiación propia del documental. Desde el inicio del proyecto en 2014 empezamos, además de las tareas de investigación y producción audiovisual, las estrategias de financiación que hasta día de hoy nos han permitido seguir trabajando y que nos aseguran poder finalizar la película a lo largo de este año 2018.

Tal como explicamos en http://idrissa.cc, nuestros proyectos audiovisuales no son sólo un ejercicio de observación y documentación, sino que, dada la naturaleza activista y política de la cooperativa Metromuster, y junto con otras organizaciones y colectivos, intervenimos activamente en la denuncia de casos paradigmáticos que revelan la violencia estructural.

Queremos recompensar vuestras aportaciones con la presentación colectiva del trabajo que hemos estado desarrollando durante estos últimos cuatro años. Aún no tenemos fecha para el estreno, pero sabemos que será aproximadamente a mediados de este año 2018. Os informaremos con antelación de este estreno que queremos compartir con vosotros.

Los pre-estrenos serán en Barcelona y Madrid, y en otras ciudades que iremos confirmando según la demanda de la campaña. En los casos en que no puedas asistir al estreno en el cine te facilitaremos un visionado en línea. Las recompensas que incluyen una presentación serán acordadas una vez se haya estrenado la película. Estas recompensas sólo incluyen los desplazamientos dentro de Catalunya. Tanto las postales como los carteles de la película os los entregaremos el mismo día de la proyección.

Esta acción no es asistencialista. Sabemos que el caso de Idrissa no es el único. Cientos, miles de personas, mueren cada año en su intento de cruzar o de llegar a las fronteras europeas. El caso de Idrissa, sin embargo, sí es paradigmático por su crudeza. Trasladado al CIE de Barcelona para iniciar el proceso para su deportación, murió bajo custodia del Estado pocos días después de llegar y sin que se hayan constatado problemas graves de salud que justifiquen su muerte súbita. Sus compañeros de celda fueron dispersados ​​por el territorio europeo pocos días después de los hechos, entendemos, para evitar que su testimonio pudieran aclarar las causas de su muerte.

Otro nombre, el de Samba Martine, es noticia pocos días antes de la muerte de Idrissa, en 2011. Había muerto en el CIE de Aluche en Madrid por falta de atención sanitaria. Son estos dos hechos los que impulsan la organización de la campaña Tanquem els CIE en Barcelona y otras iniciativas en el resto del Estado español con el mismo objetivo: cerrar para siempre los Centros de Internamiento de Extranjeros para no volver a vulnerar los derechos, entre ellos el derecho a la vida, de ninguna persona más.

Desde la apertura del primer CIE y la puesta en práctica de las deportaciones en 1987, al menos nueve personas han perdido la vida en dependencias de privación de libertad y traslado forzoso. Nueve vidas bajo responsabilidad del Estado. La muerte en el CIE no es una excepción, es una macabra normalidad.

Estos son los casos:

Osamuyia Aikpitanyi. 2007 (durante la deportación; Iberia Madrid-Lagos; Nigeria)

Ciudadano nigeriano de 47 años. 2008. (CIE Zapadores. Valencia)

Ciudadano marroquí de 55 años. 2008. (CIE Zapadores. Valencia)

Jonathan Sizalima. 2009 (Comisaría extranjería P.N, Barcelona)

Mohamed Abagui. 2010 (CIE Zona Franca, Barcelona)

Samba Martine. 2011. (CIE Aluche, Madrid)

Idrissa Diallo. 2012. (CIE Zona Franca, Barcelona)

Alik Manukyan. 2013. (CIE Zona Franca, Barcelona)

Mohamed Bouderbala. 2017. (Prisión Archidona, Málaga)

Así pues, el caso de Idrissa es un caso paradigmático en un sistema institucional racista que pretende determinar qué personas son merecedoras de pleno derecho y cuáles quedan fuera de este privilegio. Con el caso de Idrissa queremos visibilizar cuáles son estos mecanismos perversos que nos convierten en una sociedad insolidaria, cruel y racista a través de nuestras leyes y normas.

[CAMPAÑA DE RECOGIDA DE FIRMAS EN PARALELO]

En el marco de la campaña de memoria y reparación, "Tanquem els CIE" con la colaboración de Metromuster, hemos propuesto a los vecinos y vecinas de Barcelona sustituir el nombre de la plaza que lleva el nombre del esclavista Antonio López por de Idrissa Diallo a través de una consulta ciudadana.

El objetivo es recoger 15.000 firmas en el plazo de dos meses. La pregunta sobre el nombre de la plaza formará parte de la multiconsulta impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona dentro del marco del nuevo reglamento municipal del "Decidim Barcelona". La campaña de firmas comenzó a principios de año en el marco del sexto aniversario de la muerte de Idrissa Diallo.

+ Info

"Idrissa, crònica de una muerte cualquiera": https://idrissa.cc

Metromuster: metromuster.cat

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